Atletas paralímpicos: entre los sueños de oro y el desgaste emocional
Es la 1 de la tarde, el sol cae a plomo y Diego está exhausto. No solo son las tres horas que estuvo nadando amarrado a un árbol de aguacate, lo que más le agota son las dudas que ahogan su mente en incertidumbre y desánimo. Uno de los mejores deportistas paralímpicos del país se prepara como puede.
Debido a la pandemia del SARS-CoV-2 (COVID 19) ser Premio Nacional del Deporte en 2019 no le garantiza mucho. Entrena con lo que puede y mantiene la esperanza de convertirse en figura de México en los próximos Juegos Paralímpicos de Tokio.
Su nombre es Diego López Domínguez y es originario de Actopán, Veracruz. Desde los 8 años de edad padece el Síndrome de Charcot Marie Tooth (CMT), una enfermedad crónica-degenerativa que poco a poco le quitó la fuerza en las piernas, aunque eso no fue obstáculo para brillar en la natación.
Diego es uno de los 36 para-atletas mexicanos que, pese a ya tener asegurada su plaza en los Juegos Paralímpicos de Tokio, vive con la incertidumbre de saber qué ocurrirá…
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