Lecciones de vida, Lecciones del Tour: el sufrimiento es un requisito
El último día que Thomas Voeckler conservó el malliot amarillo en el Tour de Francia, fue en lo alto del col del Galibier. Metros antes de llegar a la meta no podía controlar la saliva que le salía por la boca, tampoco que sus ojos quisieran abandonar de su cuerpo. Los que han escalado el Galibier dicen que es el mismísimo infierno.
Aquella escena sucedió en el 2011 cuando Cadel Evans ganó el Tour y Thomas, a falta de tres etapas para terminar la competencia no solo no pudo mantener el malliot de líder, sino que quedó fuera de los tres mejores. Para ser justo, lo que hizo Thomas ya era épico porque participaba con un equipo de segunda categoría.
Lo que le sucedió a Voeckler en aquella escalada no es novedad en el pelotón, ni si quiera es extraño. Sufrir, es casi un requisito para todos los que quieren ser ciclistas profesionales. Y cuando hablamos de sufrir es sufrir en todo: en las dietas estrictas, en los entrenamientos en las montañas más salvajes bajo la lluvia, sufrir porque no tie…
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