Proyecto Cantera: Entrenar para la vida
Proyecto Cantera nació en 2008 como una respuesta al abandono institucional y a las violencias que afectan a miles de jóvenes en situación vulnerable. Detallamos el proyecto.
By El Míster Pérez y El Míster Toledo
En la CDMX, donde la prisa y los problemas se cruzan en cada esquina, hay una cancha que no solo forma futbolistas, sino también niñas, niños y adolescentes con habilidades para la vida.
Aquí la competencia no es lo más importante. Lo que se juega ahí todos los días, es mucho más profundo: la posibilidad de construir una comunidad más empática, justa y resiliente.
Proyecto Cantera nació en 2008 como una respuesta al abandono institucional y a las violencias que afectan a miles de jóvenes en situación vulnerable.
Su apuesta fue clara desde el inicio: usar el futbol no como fin, sino como herramienta para fortalecer vínculos, sanar heridas, fomentar el respeto y cultivar un entorno donde cada participante se sienta seguro emocional y físicamente.
Hoy, más de 800 niñas, niños y adolescentes de centros de cuidado y escuelas públicas forman parte activa del programa
Y lo hacen entre actividades que buscan demostrar que otra educación es posible, una donde el balón es el medio, pero la transformación, el verdadero objetivo.
Entrenar para la vida
Cuando un niño entra por primera vez a una sesión de Proyecto Cantera, no sabe que está entrando a un espacio donde las reglas no se gritan. Se enseñan con el ejemplo.
Se comparte el respeto, la empatía y la posibilidad de decidir con autonomía.
El modelo ha sido implementado en 18 sedes de la Ciudad de México y trabaja con más de 800 niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad (NNA), muchos de ellos provenientes de centros de cuidado, casas hogar o escuelas públicas.
Las sesiones semanales no solo buscan mejorar el dominio del balón o la interpretación táctica del juego, sino desarrollar habilidades socioemocionales fundamentales:
Autoconocimiento
Manejo de emociones
Toma de decisiones
Empatía
Resolución de conflictos
En 2024, el 60% de los NNA que participaron en el proyecto reportaron mejoras claras en esas cinco habilidades. Y un 83% incrementó su actividad física semanal, pasando de 90 a 120 minutos en promedio.
El programa es inclusivo por sí solo.
Integra a participantes con discapacidad auditiva y otras condiciones
Capacita a entrenadoras como figuras de referencia femenina
Cuenta con árbitros sordos en sus encuentros
En 2024 se realizaron 2,200 sesiones de entrenamiento, de las cuales 669 fueron adaptadas para incluir a NNA con discapacidad
Cantera no solo impacta a quienes juegan. El 76% de las madres y padres que se integran a las sesiones mensuales adoptan prácticas de crianza respetuosa y reconocen que el deporte ha fortalecido su vínculo familiar.
Algunos lo dicen sin rodeos: ‘Proyecto Cantera me ayuda a convivir con mi hija, a desestresarme, a entenderla’.
Comunidad: la cancha como punto de partida
En una cancha de Proyecto Cantera no solo se juega futbol: se tejen redes.
Redes que sostienen a quienes han crecido entre carencias, violencia o abandono.
Redes que empiezan con una pelota pero terminan en confianza, pertenencia y muchas veces, en esperanza.
El 59% de las y los participantes en el programa asegura haber encontrado, a través del deporte, referentes positivos, entornos seguros y experiencias que les hacen sentir que pertenecen
Y eso no es menor en el país. Según datos del INEGI, más de 30 mil niñas y niños viven actualmente en centros de asistencia social en México.
Muchos de ellos han sido víctimas de violencia familiar, abandono o abuso sexual.
Por otro lado, UNICEF estima que cerca de 4 millones de menores viven en condiciones de pobreza extrema, con acceso limitado a educación, salud o espacios seguros de recreación.
El proyecto ha logrado lo que muchos programas educativos no alcanzan: involucrar no solo a quienes participan directamente, sino también a su entorno más próximo.
A lo largo del 2024, más de 1,300 familiares participaron en dinámicas o entrenamientos comunitarios, entendiendo que la transformación empieza en casa, pero necesita comunidad para sostenerse.
La organización ha impulsado más de 30 encuentros de valores con equipos mixtos, árbitros inclusivos, entrenadoras formadas en perspectiva de género y materiales como medallas hechas con plástico reciclado.
En eventos como ‘Jugamos Juntas’ o ‘Colaborando por las Infancias’, Proyecto Cantera ha conectado a más de 100 niñas y niños de distintos puntos de la ciudad, activando espacios públicos, parques, y centros culturales para que el futbol sea también un motivo de encuentro entre barrios, edades, historias y orígenes.
Podcast: Lorenza Mariscal Servitje, miembro honorario, co-fundadora, presidenta de Proyecto Cantera
Nada de esto pasa solos
Un balón puede cambiar muchas cosas.
Pero para que eso ocurra todos los días, durante todo el año, hace falta mucho más que voluntad. Hace falta estructura, formación, y sí, también recursos.
Proyecto Cantera lo sabe. Por eso ha construido un modelo que combina pedagogía, enfoque comunitario y alianzas estratégicas con quienes también creen que el deporte puede ser una herramienta de transformación social.
Hoy, Cantera trabaja de la mano con más de 15 organizaciones y empresas que entienden el deporte no solo como espectáculo, sino como una responsabilidad compartida.
Nike, Grupo Bimbo, FEMSA, Fundación Sertull, Wasserman y Laureus Sports for Good Foundation son solo algunos de los nombres que han decidido sumar desde diferentes frentes:
Capacitación
Financiamiento
Visibilidad
Activaciones
Pero las alianzas no son solo logotipos en un banner. Algunas se traducen en acciones muy concretas.
Como el desarrollo de medallas con plástico reciclado y el uso de la Lengua de Señas Mexicana para promover inclusión real en los torneos.
O como la Tarjeta Verde, una idea nacida del proyecto que hoy se aplica en el Futbolito Bimbo, un evento con un alcance cercano a 60,000 infantes en más de 3,400 escuelas de todo el país.
Además de su red institucional, Proyecto Cantera sostiene su operación gracias a donaciones individuales, crowdfunding, eventos con causa y voluntariado.
El 34% de sus ingresos proviene de personas particulares
El resto se complementa con aportes de fundaciones nacionales e internacionales, empresas socialmente responsables y productos o servicios propios
No es un modelo fácil, pero sí uno que refleja su convicción: crecer sin perder el propósito.
Escalar sin perder el alma
Después de más de 15 años de trabajo, Proyecto Cantera tiene claro su siguiente paso: regenerar el ecosistema de cuidado de la niñez y adolescencia en México.
No solo formar a NNA en valores o habilidades para la vida, sino incidir en política pública educativa y deportiva, para que los entornos seguros no dependan de la suerte o del contexto donde nacieron, sino que sean parte del derecho garantizado.
Entre sus prioridades está expandir el modelo a más comunidades y consolidar su presencia en alianzas como Deporte x México, el Pacto por la Primera Infancia o Common Goal.
Pero también hay desafíos estructurales: sostener financieramente un programa de esta escala implica enfrentar la volatilidad de los donativos, la fragmentación institucional y el desgaste emocional de los equipos operativos.
En su informe anual 2024, se comprometieron a implementar prácticas responsables y sostenibles en cada una de sus áreas, alineando su trabajo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es una hoja de ruta ambiciosa, pero no improvisada. Quieren ser más que un modelo replicable. Quieren ser una prueba de que sí se puede hacer diferente.
Y quizás ahí esté la clave: en una cancha donde no hay estrellas ni patrocinios millonarios, pero sí cientos de historias que empiezan a cambiar.
Donde cada entrenamiento no solo mejora el control del balón, sino también la autoestima.
Donde cada tarjeta verde es un recordatorio de que lo importante no siempre se ve en el marcador.
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