Racismo, el rival que el deporte no ha podido vencer
Racismo. Desesperación. Quisieras tener todas las fuerzas del mundo para salir de ahí, porque sientes aprisionado el cuello, pero no puedes, las fuerzas se te han ido, primero llega un dolor en el pecho y luego el oxigeno empieza a escasear, llega a la nariz pero en la tráquea se queda atorado, los pulmones no lo reciben, suplicas que algo pase, lo que sea que te saque de allí, es lento, angustiante y doloroso, pones los ojos en blanco y suplicas que eso acabe, pero no acaba, sigue y sigue, de repente no puedes más, estás inconsciente y para ese entonces, después de cinco minutos ya hay daño cerebral. Luego, te vas para siempre.
Lo que le ocurrió a George Floyd no se lo puedes desear a tu peor enemigo. Luchar contra el racismo es una batalla constante desde hace más de 400 años que ni el deporte- una de las actividades más inspiradoras del ser humano- ha logrado combatir.
El racismo ocurre en todos lados. Por ejemplo, en Estados Unidos ocurre más de un acto racista en el deporte a la se…
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