Una pasión de la patada: normalización de la violencia y falta de identidad
Dos frases del futbol que dejan clara la idiosincrasia nacional: “En México no estamos seguros de que el futuro exista: cada alegría puede ser la última” y “en su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no de equipo de futbol”.
Dos frases del futbol (Juan Villoro y Eduardo Galeano) que nos aclaran la idiosincrasia mexicana a través de una simbiosis: no tenemos ni idea del futuro —ni nos importa—, pero por supuesto que sabemos cuál es nuestro equipo.
La crítica es feroz por parte de quienes no pertenecen al círculo de las patadas: “un país que le exige más a un futbolista que a un político está condenado a la mediocridad”, se lee en las manifestaciones de intelectuales preocupados por el desarrollo de México en cualquier otro ámbito, menos en el futbol.
Y así, de repente lanzándose una que otra patada, (sobre)viven los mexicanos aficionados al futbol y los mexicanos no aficionados al futbol. Se crea un entorno polarizado, pero no en conflicto, hasta…
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